Uno de los diagnósticos que los estudiantes de la Universidad Austral de Chile, hicimos el año recién pasado, aparte de hacernos participes de las demandas que como movimiento estudiantil se levantaron el 2011 y fueron banderas de lucha, fue que nuestra organización interna, representada en la federación de estudiantes tenía bastantes falencias que debíamos solucionar. Ya que por ejemplo, los estatutos que rigen este órgano de representación estudiantil eran inexistentes e incluso había cierta “mitología” detrás de la existencia de estos.
Pero tras hacer este diagnostico y luego de no pocas pugnas entre las distintas fuerzas políticas que confluyen en el Consejo Superior Estudiantil (CSE), pudimos acordar y llegar al consenso que debíamos reformular los estatutos de la federación, además de su orgánica totalmente.
Aunque no falto de errores a finales del año 2011 se dio el punta pie inicial a esta iniciativa, que en las primeras sesiones tuvo una asistencia amplia de distintas carreras, para pasados los días la metodología con lo que este congreso refundacional fue planteado, hizo que las discusiones se fueran agotando, las asambleas se fueran vaciando y el avance, además de la sucesiva materialización de los nuevos estatutos de la Federación de Estudiantes de la Universidad Austral de Chile se veía venir en un futuro muy lejano.
Por ello tras esta problemática interna y con nueva feuach a cargo del buque, se visualiza un futuro más prospero, por lo menos en términos del determinismo ideológico pragmático, que dejo como resultado el proceso del Congreso Social por un Proyecto Social Educativo y su indeterminada eficacia de discusión, pero nula materialización del proceso discursivo llevado y plasmado en papel.
Pero independiente de las múltiples observaciones de carácter metodológico que conlleva este proceso, la única manera de reflotarlo es participando, informándose y tomándole el peso a reflexionar si nuestra propia organización interna como estudiantes de uach esta a la altura de los cambios que el movimiento estudiantil del año 2011, le planteo no solo al país, desde el poder ejecutivo hacia abajo, sino que a la concepción antigua de que la democracia solo se hace efectiva una vez cada cuatro años poniendo una preferencia sobre una papeleta.
Por Sergio Ballesteros Abu Hassan.