Caso Codelco-Angloamerican: Nula regulación del sector minero hace imperativo una política nacional del Cobre

Vociferado por todos los medios de comunicación nacionales durante el año 2011 fue el caso Codelco-Angloamerican, este show político-mediático dejó en evidencia la nula política nacional sobre el cobre, y el poder legal que las grandes coorporaciones ejercen en Chile. Detras del caso Codelco-Anglo no se encuentra sólo las diferentes interpretaciones de un contrato, tambien se encuentra, y se quiere ocultar, la nula regulación política a la industria minera y sobre todo una articulación de leyes anti soberanas creadas para despojar del recurso Cobre a todos los chilenos.

El conflicto entre la cuprífera estatal y Angloamerican se inició a mediados del 2011 porque Anglo no respetó la esencia del contrato establecido con Codelco. El contrato le permitía a la estatal comprar el 49% de la mina Los Bronces (ex Disputada) perteneciente a la firma extranjera. Por el contrario, Anglo vendió un 24.5% de la mina los Bronces a la firma japonesa Mitsubishi lo que trajo repercusiones en la que, se pensaba, sería la transacción más grande para Codelco en su último tiempo alcanzando el 37% del mercado, si ubiese hecho efectiva la compra del 49%  de la mina Los Bronces a la firma Anglosudafricana.

Por lo anterior es necesario hacer un análisis de lo que en teoría pretendía ser la compra más grande de la estatal en su historia resiente. Partiendo por el primer punto. “Este contrato estaba establecido entre amigos”, así lo aseguró el abogado y profesor de derecho comercial de la UACH Carlos Carnevali, al afirmar que cuando el Mineral subió de valor “tambien tuvo que haberse modificado el contrato que data de los años 70ś, o al menos desarrollarlo mejor”. Por otra parte Carnevali menciona que “el derecho supremo es la buena fe” refiriendose a que Angloamerican faltó claramente al espíritu del contrato por adelantar la venta, y que “esa es la principal arma de Codelco en tribunales”.

En el caso específico de Angloamerican, el abogado de derecho comercial comenta  que  la intención de la firma extranjera era que suba el valor de sus acciones ya que por esta transacción “se triplicó su valor”. Por tanto lo único que se buscaba “era un buen negocio”, aseguró Carnevali. Por otro lado es casi seguro que Codelco y Anglo “lleguen a un acuerdo extra judicial” ya que un pronunciamiento de tribunales “podría abrir la puerta para pensar una nueva regulación del sector minero,” lo que al parecer no se quiere desde el sector político y empresarial.

El sector empresarial chileno se caracteriza por  cuidar sobre todas las cosas la inversión extranjera. Para Carnevali “esa es la visión tradicional del empresariado chileno,” el cual no quiere ningún cambio en la regulación y donde “el Estado debe dejar que sean los privados quienes solucionen sus diferencias,” aseguró.

Para el director del comité de Defensa y Recuperación del Cobre, Julian Alcayaga, en conversación con el diario electronico de la U. de Chile, comenta que  este conflicto “es un show para tapar las perdidas que la minera estatal a sufrido durante años” y acusó a la actual administración de Codelco “de provocar pérdidas para debilitar la minera estatal y a  Diego Hernández, ex ejecutivo de Angloamerican y actual presidente de la estatal, con los principales directivos de Codelco, de favorecer a las transnacionales en las que anteriormente ocuparon cargos.

La importancia del mineral para la Nación
                        
Haciendo una analogía sencilla, el Cobre es para Chile lo que el Petróleo es para los Arabes, o más. Este recurso estratégico es escencial para el desarrollo industrial de las naciones, y es sabido que en Chile se encuentra al rededor del 40% de sus reservas mundiales, es por estas y otras razones que las coorporaciones mineras extranjeras han puesto su atención en Chile, en donde a comienzos de los 80ś ejercieron sus influencias políticas para crear un nuevo código minero y tributario que les favoreciera y les entregara en bandeja el mineral que hace una década atrás había unido a todas las fuerzas políticas de la Nación en uno de los momentos históricos más importantes y soberanos de la história nacional: La nacionalización del cobre en el año 1971.

El cobre, el metal más escaso e indispensable para la distribución, generación y uso de energía eléctrica en el mundo, representa una importancia gigantesca para el desarrollo nacional, por ejemplo, las cifras expuestas por Radomiro Tomic en su artículo “El Cobre, la história que viene” muestran que entre el año 1971- 1999 “la industria nacional del cobre generó al fisco US$ 25 mil millones, mientras que el sector privado aportó al fisco US$ 1,3 mil millones” -en una época en que el valor del cobre era bajo-. A simple vista, el desarrollo de una industria nacional del Cobre ayudaría en gran medida a mejorar las malas prótesis estatales de la actualidad en áreas sociales actualmente demandadas por la ciudadanía.

    Chile regala el Cobre a las corporaciones transnacionales

En la actualidad Chile esta incapacitado legalmente para ejercer soberanía sobre el mineral, y las empresas extranjeras tienen jurídicamente todo el derecho a explotar y sobreexplotar el Cobre, dejando un royalty, por decirlo menos, miserable en las arcas fiscales. Esta situación es posible ya que Chile unilateralmente decidió renunciar a establecer una política nacional del cobre, en benefició de las coorporaciones mineras extranjeras, a quienes se les traspasaron por ley los instrumentos de manejo y control del recurso. En el año 1983, un 26 de Septiembre Chile consagró la ley minera (18.097), en la que renuncia a la soberanía sobre el recurso cobre.

A comienzos de los 80ś el general Pinochet y Jose Piñera se esmeraron en crear una articulación legal que fuera capaz de desnacionalizar el cobre para las transnacionales, mediante la ley 18.097 orgánica constitucional de conceciones mineras. Esta ley se hizó efectiva con la promulgación del código de minería (26 Septiembre 1983),  complementada con el estatuto para la inversión extranjera (contenido en el decreto N° 600, del 13 de Julio de 1974), y desde el 1 de Enero de 1984 con la ley 18.293 (que modificó el art. 20 de la ley de renta) que terminaron por desnacionalizar el cobre mediante estos tres ejes: ley minera, estatuto de inversión extranjera y una nueva ley tributaria.

La concesión plena, o código minero, explicado en palabras de Radomiro Tomic, expresado en su artículo antes citado, cuenta que una forma sencilla de explicar el código minero consiste en admitir que el Estado continúa manteniendo el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, “hasta que estas sean pedidas en concesión”. Una vez otorgada la concesión, por medio de un tramite judicial, “el Estado renuncia a todo derecho sobre la propiedad y sus frutos”. Una particularidad es que esta figura legal no depende del poder político, su subsistencia pertenece al poder judicial y es definida por Tomic como “un derecho amplio, de duración indefinida, protegida por el derecho de propiedad y, en donde una expropiación obliga a una indemnización completa”. (contando ganancias futuras)

Otro aspecto importante de esta ley minera (18.097) es su articulación con la ley tributaria (18.293)  promulgada el año 84' en donde se les exime a las empresas extranjeras del pago de impuestos mediante la elución, en donde legalmente se permite declarar perdidas y con esto la empresa no se ve en la obligación de pagar los impuestos al fisco. Las tres modalidades que las empresas utilizan para declarar perdidas son las siguientes:

Los llamados “precios de transferencia” por ventas realizadas entre empresas filiales. Según Tomic “ se vende a la misma empresa el Cobre a un precio bajo el promedio del mercado”. Otra forma de declarar perdidas (y evadir impuestos) “es el pago de elevados intereses y asesorías a sus propias casas matrices, funciona mediante la vía de aumentar los gastos”, lo que termina produciendo una deuda contable. La otra forma típica de elusión utilizada por las compañias mineras extranjeras es “mediante el manejo del mercado del futuro”, en donde “se vende el cobre a un bajo precio a una filial de la empresa ubicada en el extranjero, esta filial vende el cobre a un precio superior y de este modo la empresa en Chile pierde utilidades” y no paga ni un solo dólar de impuesto por lo explotado.

Como podemos notar el sector minero en Chile no esta regulado, y aún más, el mineral esta siendo explotado por compañias extranjeras que eluden el pago tributario y se llevan enormes ganancias de un recurso natural limitado, el cual es de orden estratégico para el desarrollo de la nación chilena. Urge una política nacional del cobre, ya que Chile no esta comprometido política, jurídica o eticamente con el recurso, es ridículo que las transnacionales tengan derechos de rango constitucional y que sean ellas quienes decidan los limites de la independencia nacional y los niveles de vida de los chilenos. A lo largo de la historia de Chile se han perdido recursos importantes como el salitre, o la patagonia, con el Cobre estamos haciendo lo mismo. En palabras de Radomiro tomic “Cada nación tiene el derecho a vivir de las riquezas naturales con las que a sido dotada, este derecho es la esencia misma de la soberanía”.



Por Felipe Salazar


(Articulo tomado de Revista La Ventana N° 1 MAYO 2012)

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